miércoles, 20 de diciembre de 2017

Eterna mujer



Selección Proyecto NUM
 Recuperemos la imaginación
para cambiar la historia
Editorial Madreselva, 2017



A mi abuela, que no tiene nada que ver 
con esta historia, pero sí con la mía...




Dicen que en cada cumpleaños feliz o no
a la hora de apagar sus velitas escorpianas
y desatornillar esa sonrisa ambidiestra
ella pide por cada deseo concedido
un año más de vida
imagínense 
a quién se le habría ocurrido
con tanto amor, dinero y salud que escasea cada año

a sus 237 primaveras
tiene siete enfermedades crónicas
tres tumores
y doce huesos dislocados
que ya no volverán a su lugar
sin embargo 
el bastón con mango de marfil congoleño
que le obsequió la muerte en su ducentésimo noviembre
aprovechando un viaje de negocios por sudamérica
está varado en el rincón más obtuso de la sala
inclinado contra la pared
como un signo de interrogación

cerca de los diecisiete veranos
recién nacida 
luego de recoger tubérculos y tuberculosis de la cosecha
mientras en el galpón de la chacra
el dueño de la finca le pasaba la mano por las tetas
imaginaba
lo lindo que sería cruzar el océano
recorrer ciudades lejanas
conocer gente nueva
que aunque no le entendiera lo que habla
por lo menos le entendiera lo que calla

lamentablemente 
el barco nunca zarpó 
tan solo fue azotado por las olas y el viento
como la singladura párvula de su mirada
dos almendras caídas de otro árbol genealógico
que cautivaban qué horror también a su tío
una criatura avinagrada y terca
que se tocaba los testículos cuando escupía
por ablución a la madre tierra según él
sin talento sin ganas de trabajar y sin dinero
y que murió sin entender el silogismo

por las tardes le guiñaba el ojo izquierdo
y por las noches la espiaba con el derecho
aprovechando la inmunidad de la vejez
tenía voz y voto
dos tesoros que en ese tiempo
las muchachas de veintitantos no buscaban
por eso dormía encascarada y con un ojo abierto
cualquiera de los dos

el primer hueso dislocado fue culpa de ella
los otros once / la mala pata
nunca se golpea a un violador
eso les excita 
según los especialistas inexistentes en esa época
terminarán rompiéndote por dentro
mientras te susurran los gritos 
que te despertarán en el futuro 

a los 38 otoños se casó
en plena adolescencia
había un airecito a libertad y a amapolas
un alfarero que no sabía leer ni escribir
le hizo un florero gigante y lo llamó casa
ahí florecerían algo apretados
los dos hijos que vendrían con los cordones amarrados
y los siete que la iglesia no dejaba entrar

mientras los obstinados gusanos
seguían buscando la cabeza de robespierre
ella le tejía un sweater a la montaña 
para el invierno y para los libros de historia
su marido pasaba horas en el confesionario
contándole los pecados a dios que ella ya sabía
ocultándole los golpes a dios que el cura ya sabía
donándole dinero a la iglesia que dios no veía

fue feliz
dos vocablos cortos y lejanos
que no aprendió a conjugar en la escuela
sino en la estela que vuela a ras del infinito de la memoria
en la sensación cálida del crepúsculo de su cuerpo
o así parecía en el espejo del baño
trizado hace tres generaciones

la guerra la maldita guerra
la sorprendió colgando ropa húmeda y sin huesos
cuatro nietos siete bisnietos nueve vecinos diez mil compatriotas
y millones de sonrisas 
que transó por un trabajo de sol a sol
para olvidar lo que nos evoca la luna
en harapos masculinos extrayendo el néctar salado de la tierra
canjeando el hambre por fichas
y las bombachas por calzoncillos
pésimo negocio a los 102 inviernos

cuando cumplió 137 primaveras
por decreto de la municipalidad 
amparados en el artículo 123 del código civil
la dieron por muerta
le expropiaron la casa
le embargaron los muebles
le incautaron la dignidad
le ofrendaron un párrafo breve en el obituario
le apagaron la luz
la convirtieron en fantasma

tuvo que trabajar doce horas
para poder hacer doble turno
como hacen los fantasmas
los pobres los casi pobres
y los que creen que vivirán de la literatura
para recuperar lo perdido y lo olvidado
ganando menos por un impuesto al pelo largo
decretado en la antigüedad más devota
años en los que sufrió siete depresiones
que se expurgaba con jabón y un té de aloe vera
lo cierto es que los dolores en la espalda
y el veneno que serpenteaba desde el polvo de la tierra
le preocupaban un poquito más

afortunadamente 
estaba por encima de la línea de la pobreza
como un equilibrista haciendo malabares con los sueños
las arrugas las disfrazaba con cremas
las cicatrices con párpados recios
la diabetes con optimismo y zapatos de lona
se sentaba en la plaza todas las tardes
a contarle historias a los ancianos
que estos convertían en leyendas de terror
para sus nietos y así

una mañana de verano
en que el sol se exprimía como un mango
y no el típico limón de los domingos
salió a trotar los treinta minutos que le recomendó el doctor
que sin darse cuenta se convirtieron
en tres horas y 37 años
cuando llegó a la urna y no le quedó otra
que votar por primera vez en su vida
lo hizo por el candidato de la izquierda proscrita 
una esperanza para los fantasmas olvidados
que sacó solo el cinco por ciento de los votos
suficiente como para no sentirse sola

como no aparecía en el registro oficial
su voto fue descartado como una hoja en otoño
cosa que le sirvió un tiempito después
para no aparecer en las listas negras
que organizaba el terror también oficial y además condecorado
así que no pudieron torturarla violarla 
electrocutarla degollarla ejecutarla
en nombre de la democracia
así como pudo celebrar su cumpleaños feliz o no
ante la muerte invitada de honor y de piedra
que aparte del bastón de marfil 
le sacó del sombrero un pájaro de mal agüero
puedes engañarme mil veces, siempre volveré a ti
le dijo sin sonrojarse

en su cuerpo y en sus ojos ha pasado el tiempo
sin embargo su alma sigue intacta
un río que fluye aunque nazca del hielo
y naufrague en lo más profundo de su esencia
dicen que mató al dueño de la finca
con un corte en la yugular mientras 
violaba a una compañera de trece años
dicen que su tío apareció en un barranco
con los testículos en la mano derecha
dicen que a su marido lo encontraron crucificado 
en la iglesia que los casó con siete hijos afuera
dicen que el alcalde que la dio por muerta
está enterrado en el patio de su mansión
donde florecen orquídeas, lirios y algo de justicia
dicen que maximilien robespierre 
perdió la cabeza con la revolución
y dicen que la muerte 
se rindió hace algunos años
cuando la vio pasear por los jardines de versalles 
robando flores con simone de beauvoir

dicen muchas cosas
lo cierto es que la dieron por muerta
eso significa que es inimputable
y además 
libre
entre otros derechos que se gana la gente
cuando engaña a la muerte
o se juega la vida.





domingo, 10 de septiembre de 2017

Uno por uno





No acostumbro a levantar la voz
ni mover a las masas 
pero nos están matando
uno por uno

soy más bien tímido
mis sueños se salen de la raya cuando los coloreo
mis hazañas tienen estatuas mirando al sudeste 
ando y desando con el puño apretado
no vaya a ser que el destino se deshilache
o el bruxismo 
sea solo un trastorno

en caso de emergencia tengo un lápiz
probablemente no me vaya a comer toda la manzana
no creo en la suerte gracias a dios
ni en dios por suerte
en la mejilla derecha 
tengo las cicatrices de aquel hijo de perra
que me emboscó en la infancia
y en la izquierda
una mandíbula agazapada
para masticar y escupir horrores
pero nos están matando 
uno por uno

según las estadísticas 
soy invisible
mi obra social no cubre derrumbes cardíacos
ni atentados herbicidas en mi barba roja
abrazaría a un árbol hasta exprimir la primavera árabe 
pero sin ácaros verdes
y no tengo la muñeca de jean paul marat
menos la de carlota corday
pero nos están matando
uno por uno

las arrugas del pantalón 
ya van en el rostro
las lágrimas de la noche 
ya vienen en el día
no tengo una cita ni entre comillas
donde hubo fuego quedé hecho cenizas

nací bajo el neón titilante de la época
por eso la memoria eclipsa con la nostalgia
mi país queda a tres utopías de distancia
he pisado andamios como un nefelibata 
y la camisa de once varas que me regaló mi padre
me la arremango para golpear la niebla atávica
pero nos están matando 
uno por uno

no acostumbro a levantar la voz
ni mover a las masas
sin embargo
palabra por palabra
ladrillo a ladrillo
construyo un muro infranqueable
contra el olvido y la desesperanza
incluso aquellos días
donde entonar una sonrisa no tiene son
no tiene risa
y desde el cielo disparan pájaros de mal agüero 
y aquí en la tierra los gusanos se arrastran jerárquicamente
construyo por ejemplo vida
aunque la mía no sea un ejemplo
o escribo en cursi va
amor 
aunque el mío
desterrado
esté del otro lado 
del muro.




viernes, 28 de julio de 2017

Trenza



Si formara una trenza 
entrelazando 
cada verso que no te supe escribir
no anudaría tiernas hebras de espigas
cosechando aquellos pensamientos 
que no supe descifrar
ni entretejería 
una rígida soga
con el cáñamo afilado para atar mis cabos
cada vez que te alejas sin explicación
tan solo escalaría
una vez más
hasta tu cuello inerme
atravesando esos lóbulos tersos y sinuosos
donde invadió mi lengua castellana
susurrando los íntimos versos
que ni la poesía
pudo transcribir.




sábado, 17 de junio de 2017

Insomnio




Hagamos un trato mosca galvánica
tú te duermes y yo salgo volando por la ventana.

Atravesar quijote los barrotes ajados
el ábaco del tiempo       y entrar en los laberintos del viento
aletear entre las plegarias de cáscara onírica
por meandros del suspiro como rocío al cielo encapullado
sin embarrarme las patas con mierda ecléctica
flotar en una sopa de enigmas lejos de mi abismo planchado
de licántropos estigmas reptando las paredes.

Lejos del pretil del inconsciente donde borro con el codo 
lo que no escribo con el lápiz        afinando el horizonte cantino 
postrado en la silla inmerso en una lívida caverna platónica
donde incendio las siluetas simbólicas del signo
y alimento el rencor con el rescoldo del remordimiento.

El punto de fuga de síncopes vagones 
es ponzoñoso y endémico bostezo      las fauces del pasado 
con su dentellada carcoma su aliento de desaliento
sus colmillos hipocondríacos mordiéndose la lengua
kafkadas de baba arrasando los recuerdos húmedos
rémoras del tacto que naufragan en la tinta.

Hablo de flotar chapoteando en la vacuidad del yugo
tañidos que agiten esas lagunas mentales del letargo
y declamen la transmigración de esta esencia fugaz
en una fábula alada arraigando la eternidad del momento
acordes genetlíacos de la incombustible voz interior
la alarma del alma como un zumbido cada noche.





viernes, 26 de mayo de 2017

Libre mercado




Sudamérica 
es el típico barrio
donde dos vecinos
ni se hablan
y si a uno de ellos
que no tiene mucho
le entran a robar
lo más valioso que tiene
sabemos que el otro
que tampoco tiene mucho
lo compra al doble del precio
y con la misma garantía que el vecino.




domingo, 16 de abril de 2017

Asilo político




Cada vez 
que arranco
un poema sobre política
termino escribiendo uno de amor
no es fe de erratas 
no no
es una fe ciega de a ratos
tampoco 
es visitar al médico de turno
por un leve cuadro de misantropía
y volver con síndrome de estocolmo agudo
es el río de tinta que desborda pletórico el lápiz 
inflándole el pecho como un signo de interrogación
lloviendo proceloso una nube a punto
¿será que nunca tuve amor por la política
sino (aquí voy) una política del amor?
tan cursi como la derecha latinoamericana
o la izquierda europea suena
el desvergonzado lobby con el sol 
para que te endulce la luna antes de pegarse 
un tiro en el otro ojo cinematográficamente
pasar por debajo de la mesa otro pecadito
y meterte la mano bajo las faldas de la cordillera
esquilmando el fuego de tu corteza destilada
codearse con las estrellas más famosas
la arácnida casiopea la hidrópica osa mayor
conocidas por corromper corazones blandos
confieso que soborno a los árboles
para que soplen a tu favor
engaño al espejo pobre con mi pobre reflejo
así hay millones esperándome afuera
invirtiendo un saco de principios 
en esa ignota bolsa de valores
indudablemente
soy el representante
de esa mayoría silenciosa 
que tiene hambre en los labios y pasa frío en la memoria
se oculta entre las nubes y llueve en los poemas
buscando asilo político de la inquisidora soledad
ucrónicos crónicos en la distopía de la autocracia
locos lindos que también me representan
indudablemente.





miércoles, 8 de marzo de 2017

La primera piedra




Que tire la primera piedra
aquel que no merodeó agazapado
y agitador las fronteras de una casa 
tras descorchar la última botella
en el mentón quijote de la luna
palpitando de frío y tiritando de corazón
esperando que se abran las cortinas como una sonrisa
y le devuelvan en una vida
las mil noches de insomnio
que le robaron
y sin embargo
no se animó a desafiar
al implacable destino.

Que tire la primera piedra
y nos enseñe cómo.


lunes, 20 de febrero de 2017

Homónima



Hoy en el aniversario de nuestra distancia 
(sin puntos suspensivos)
preso del rincón brillante de un cuarto sombrío
(final de un túnel elástico)
sobre una cama herida y una mujer ambulancia
(creando puentes lascivos)
quemando su lengua con mi lengua palpografío
(las cenizas de tu onomástico)



martes, 17 de enero de 2017

Olympia de papel



Hurgando en aquel placar moribundo
el sweater rojo con colmillos navideños
que me tejió la abuela en la prehistoria
solo para sentir el aroma de sus manos
que ya no pueden acariciar menos abofetearme
encontré un fajo de poemas sin valor
entre los elásticos carcomidos de la nostalgia

escondiendo los atajos a tajos de la madrugada
las mañanas arrastrando el sillón en la corriente 
pero sobre todo evocando aquellas tardes cuando 
cogíamos sobre las migajas de otoño 
eyaculando frente a la Olympia de Manet 
torcida fumabas en la cama escupiendo
a bocanadas el fuego que te devoraba al esquilmarme
mientras yo leía a kerouac para disfrutar algo de jazz
y el ventilador tiraba algunas ideas frescas para mi novela
donde la carátula es una mujer saliendo de una botella 
no tan dulce como mi bella genio 
sino como mi bella puta amarga por las cervezas tibias
que cierra el puño de mi mano derecha para leer nuestro futuro
la misma mano con la que muerdo su concha para empaparla
antes de destilarnos en un sudor agridulce
jodidos pero orgullosos de las cicatrices miles de trabajos
cientos de editores rechazándome 
y un vecino loco
que nos roba el diario
gracias a dios

el corazón rodando en la vitrola
una melodía que pincha el lado más oscuro
así como el filo de la luna nos cortaba la garganta
estos pliegues cortan mis trémulos dedos
ella volaba a su vida por esa puerta
que hoy solo me saca la lengua con facturas de luz
sin antes conquistar mi cara con promesas
banderas blancas que hacían rendirnos al adiós sin dios
nunca debí dejar de escribirle poesía
si bebía del calostro entre líneas 
genetlíaco susurro de la eternidad
un verso era un precipicio para volver a nacer
a veces mi letra torcida dibujaba su sonrisa
algo desencajada por el chicle y los golpes
las historias largas realmente
nunca nos llevan a ninguna parte
tiraba la toalla en el futuro para quedar desnuda en el presente
en las cloacas del cielo la vida es una muerte segura
y el sweater rojo me aprieta el pecho sin siquiera probármelo
aún tiene el aroma de las manos de mi abuela 
que es una historia demasiado larga para contar.