miércoles, 28 de diciembre de 2016

Cajita musical


                                                                                                                 a Camila



¿Por qué no cruzabas
de tu oscuridad a la mía?
te daba cuerda
así
hasta pellizcarte el miedo
ajustándote la novena vértebra dorsal
no brotabas
no asaltabas la vida
o yo escribía poesía con los pies
y jugaba rayuela con las plumas del calendario

eran tiempos difíciles
ya había olvidado el ajado pecho de mi madre
sobre todo porque memorizaba el de mis compañeras
procaces margaritas que te deshojan el cuaderno
en mi cuarto las paredes 
crujían como la caja de schrödinger
pirateaba la nostalgia en cualquier cinta analógica
las arvejas seguían siendo un ejército prusiano
y los sueños objetos voladores no identificados

tras los insepultos trajes de mi padre
hediondos a naftalina y a secretaria fiel
naufragaba esa ignota cajita musical
que le regaló a mi madre 
la noche 
aquella
que se adjetivaron demostrativamente
tanto así 
que solo ellos bailaron y yo 
que no entendía un corno de gramática
me la traje al futuro simple mientras
te llevo a ese pretérito imperfecto

según mi connotada abuela
que veía duendes en la cocina
y hombres en el cuarto de mis hermanas
fue tallada por un artesano de un poema de rimbaud
que no podía ser poeta por ser analfabeto
entonces tenía que ser artesano por ser pobre
que amó toda su vida a una hermosa bailarina
quemada en la hoguera por un nefando rey
vaya a saber uno si era el gordo de enrique VIII
pero me imagino uno así de miserable
y que en su lecho de muerte juró encontrarla
con la dechada leyenda del verdadero amor 
esas cursilerías que hicieron millonario a walt disney 
aparte de sus negocios con el nazismo

¿por qué no volabas
de tu ojos orientales a mi desesperanza occidental?
el dolor te orugaba ya lo sé
y resbalabas en mis lágrimas 
chapoteando el fouetté que más te cuesta
el de dar vuelta como una página tu infancia 
y el sinuoso escenario de tablas podridas
de clavos crucificando tus huellas iconoclastas
mientras yo trazaba en servilletas sucias
la topografía de una musa con la tipografía de otro poeta
como un espejo trizado sangrando atávicas esquirlas
hace catorce años de mala suerte 

el mundo 
prepárate
es también una cajita musical
resquebrajado en mil partituras y un arpa desafinada
nos dan cuerda
como una soga al cuello
la contradanza de un pálpito inotrópico
al compás de la filosa acupuntura del reloj 
donde roncamos esdrújulos hasta que tosemos graves
y sonamos 
agudos como ese pájaro azul en el pecho
¿por qué no rompías
con tu grandjeté atlántico mi transitar pacífico?

tal vez esperabas 
esa música que solo ejecuta la poesía
un arpegio de estrellas fugaces vocalizando el deseo
el riff del lápiz rasgueándote el corazoncito
y elegir cualquier estación por ejemplo otoño
donde los poetas caen inmaduros de los árboles
pero las sombras quedan desnudas a la intemperie
un atril del cielo donde declamarte
y reclamarte

me diste cuerda
así
hasta pellizcarme el sueño
al abrir los párpados como un telón
y verte aflorar y jugarte la vida
danzar en puntillas como volando con los pies en la tierra
construyendo un puente entre dos soledades
y cumplir la leyenda del verdadero amor
ese amor infinito por verte bailar
ese amor eterno por verme escribir
en fin
este amor inconmensurable que escondemos al mundo en una cajita
y que tiene cuerda para rato.