Selección Proyecto NUM
Recuperemos la imaginación
para cambiar la historia
Editorial Madreselva, 2017
A mi abuela, que no tiene nada que ver
con esta historia, pero sí con la mía...
Dicen que en cada cumpleaños feliz o no
a la hora de apagar sus velitas escorpianas
y desatornillar esa sonrisa ambidiestra
ella pide por cada deseo concedido
un año más de vida
imagínense
a quién se le habría ocurrido
con tanto amor, dinero y salud que escasea cada año
a sus 237 primaveras
tiene siete enfermedades crónicas
tres tumores
y doce huesos dislocados
que ya no volverán a su lugar
sin embargo
el bastón con mango de marfil congoleño
que le obsequió la muerte en su ducentésimo noviembre
aprovechando un viaje de negocios por sudamérica
está varado en el rincón más obtuso de la sala
inclinado contra la pared
como un signo de interrogación
cerca de los diecisiete veranos
recién nacida
luego de recoger tubérculos y tuberculosis de la cosecha
mientras en el galpón de la chacra
el dueño de la finca le pasaba la mano por las tetas
imaginaba
lo lindo que sería cruzar el océano
recorrer ciudades lejanas
conocer gente nueva
que aunque no le entendiera lo que habla
por lo menos le entendiera lo que calla
lamentablemente
el barco nunca zarpó
tan solo fue azotado por las olas y el viento
como la singladura párvula de su mirada
dos almendras caídas de otro árbol genealógico
que cautivaban qué horror también a su tío
una criatura avinagrada y terca
que se tocaba los testículos cuando escupía
por ablución a la madre tierra según él
sin talento sin ganas de trabajar y sin dinero
y que murió sin entender el silogismo
por las tardes le guiñaba el ojo izquierdo
y por las noches la espiaba con el derecho
aprovechando la inmunidad de la vejez
tenía voz y voto
dos tesoros que en ese tiempo
las muchachas de veintitantos no buscaban
por eso dormía encascarada y con un ojo abierto
cualquiera de los dos
el primer hueso dislocado fue culpa de ella
los otros once / la mala pata
nunca se golpea a un violador
eso les excita
según los especialistas inexistentes en esa época
terminarán rompiéndote por dentro
mientras te susurran los gritos
que te despertarán en el futuro
a los 38 otoños se casó
en plena adolescencia
había un airecito a libertad y a amapolas
un alfarero que no sabía leer ni escribir
le hizo un florero gigante y lo llamó casa
ahí florecerían algo apretados
los dos hijos que vendrían con los cordones amarrados
y los siete que la iglesia no dejaba entrar
mientras los obstinados gusanos
seguían buscando la cabeza de robespierre
ella le tejía un sweater a la montaña
para el invierno y para los libros de historia
su marido pasaba horas en el confesionario
contándole los pecados a dios que ella ya sabía
ocultándole los golpes a dios que el cura ya sabía
donándole dinero a la iglesia que dios no veía
fue feliz
dos vocablos cortos y lejanos
que no aprendió a conjugar en la escuela
sino en la estela que vuela a ras del infinito de la memoria
en la sensación cálida del crepúsculo de su cuerpo
o así parecía en el espejo del baño
trizado hace tres generaciones
la guerra la maldita guerra
la sorprendió colgando ropa húmeda y sin huesos
cuatro nietos siete bisnietos nueve vecinos diez mil compatriotas
y millones de sonrisas
que transó por un trabajo de sol a sol
para olvidar lo que nos evoca la luna
en harapos masculinos extrayendo el néctar salado de la tierra
canjeando el hambre por fichas
y las bombachas por calzoncillos
pésimo negocio a los 102 inviernos
cuando cumplió 137 primaveras
por decreto de la municipalidad
amparados en el artículo 123 del código civil
la dieron por muerta
le expropiaron la casa
le embargaron los muebles
le incautaron la dignidad
le ofrendaron un párrafo breve en el obituario
le apagaron la luz
la convirtieron en fantasma
tuvo que trabajar doce horas
para poder hacer doble turno
como hacen los fantasmas
los pobres los casi pobres
y los que creen que vivirán de la literatura
para recuperar lo perdido y lo olvidado
ganando menos por un impuesto al pelo largo
decretado en la antigüedad más devota
años en los que sufrió siete depresiones
que se expurgaba con jabón y un té de aloe vera
lo cierto es que los dolores en la espalda
y el veneno que serpenteaba desde el polvo de la tierra
le preocupaban un poquito más
afortunadamente
estaba por encima de la línea de la pobreza
como un equilibrista haciendo malabares con los sueños
las arrugas las disfrazaba con cremas
las cicatrices con párpados recios
la diabetes con optimismo y zapatos de lona
se sentaba en la plaza todas las tardes
a contarle historias a los ancianos
que estos convertían en leyendas de terror
para sus nietos y así
una mañana de verano
en que el sol se exprimía como un mango
y no el típico limón de los domingos
salió a trotar los treinta minutos que le recomendó el doctor
que sin darse cuenta se convirtieron
en tres horas y 37 años
cuando llegó a la urna y no le quedó otra
que votar por primera vez en su vida
lo hizo por el candidato de la izquierda proscrita
una esperanza para los fantasmas olvidados
que sacó solo el cinco por ciento de los votos
suficiente como para no sentirse sola
como no aparecía en el registro oficial
su voto fue descartado como una hoja en otoño
cosa que le sirvió un tiempito después
para no aparecer en las listas negras
que organizaba el terror también oficial y además condecorado
así que no pudieron torturarla violarla
electrocutarla degollarla ejecutarla
en nombre de la democracia
así como pudo celebrar su cumpleaños feliz o no
ante la muerte invitada de honor y de piedra
que aparte del bastón de marfil
le sacó del sombrero un pájaro de mal agüero
puedes engañarme mil veces, siempre volveré a ti
le dijo sin sonrojarse
en su cuerpo y en sus ojos ha pasado el tiempo
sin embargo su alma sigue intacta
un río que fluye aunque nazca del hielo
y naufrague en lo más profundo de su esencia
dicen que mató al dueño de la finca
con un corte en la yugular mientras
violaba a una compañera de trece años
dicen que su tío apareció en un barranco
con los testículos en la mano derecha
dicen que a su marido lo encontraron crucificado
en la iglesia que los casó con siete hijos afuera
dicen que el alcalde que la dio por muerta
está enterrado en el patio de su mansión
donde florecen orquídeas, lirios y algo de justicia
dicen que maximilien robespierre
perdió la cabeza con la revolución
y dicen que la muerte
se rindió hace algunos años
cuando la vio pasear por los jardines de versalles
robando flores con simone de beauvoir
dicen muchas cosas
lo cierto es que la dieron por muerta
eso significa que es inimputable
y además
libre
entre otros derechos que se gana la gente
cuando engaña a la muerte
o se juega la vida.